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Buenas prácticas para la redacción (1/2)

Buenas prácticas para la redacción técnica

Buenas prácticas para la redacción (1/2)


Buenas prácticas para la redacción de contenidos

Implementar algunas buenas prácticas para la redacción de contenidos permite:

  • ahorrar costes,
  • mejorar la percepción de nuestra marca,
  • vender más.

Unos retornos muy beneficiosos para una inversión tan pequeña.

Crear guías de estilo

Para establecer reglas básicas comunes para todos los redactores, es conveniente que creemos una guía de estilo. ¿Qué hay que incluir en una guía de estilo? En este artículo presentamos algunas pistas que pueden ser de gran utilidad.

Si nuestra documentación se traduce a otros idiomas, es conveniente crear guías de estilo para cada una de estas lenguas. Así, no solamente creamos contenidos uniformes y coherentes en la lengua de partida sino en todas ellas. Tanto nuestro proveedor de traducciones como una persona de nuestra organización con las competencias lingüísticas requeridas pueden encargarse de esta tarea. Su realización no solo permite asegurar la calidad de las traducciones, sino que también nos hace más independientes de nuestros proveedores de traducción.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno

O como dice el dicho en inglés: Keep it simple, stupid! (KISS). Utilicemos frases cortas (de entre 10–15 palabras máximo) para facilitar la comprensión de la redacción. Las frases demasiado largas hacen perder la concentración y se desvanece lo importante: el contenido.

Una imagen vale más que mil palabras

A veces una imagen es mucho más explicativa que una descripción verbal. Otra ventaja: las imágenes no se tienen que traducir.

Puntualicemos

Utilicemos siempre la puntuación correcta al final de la frase (. ! ?).

Estos signos de final de frase son utilizados por las memorias de traducción para cortar los textos en segmentos (frases). Sin segmentación no hay reutilización, y sin reutilización, no hay ahorro.

UEAAI

El Uso Excesivo de Abreviaturas e Acrónimos Innecesarios también dificulta la comprensión, sobre todo si se trata de acrónimos no establecidos. Si tenemos que utilizarlos, es conveniente relacionarlos en una lista y explicarlos. Sobre todo, deberían evitarse abrev. aleato. que terminen en punto. Estas abreviaturas pueden confundir a las memorias de traducción, porque interpretan el punto como signo de final de frase. Como resultado, la memoria de traducción segmenta de forma errónea. Y eso, a su vez, dificulta la reutilización. 

Desambiguar

Intentemos evitar ambigüedades, p.ej. "Concesionarios de coches japoneses”.

Gestionar la terminología

Al redactar contenido, deberíamos definir las palabras clave o términos del texto y guardar estos términos en una base de datos.

Esta lista de términos tiene múltiples fines:

  • Crear un diccionario terminológico corporativo multilingüe (o ampliar uno ya existente), con la finalidad de estructurar posteriores traducciones.
  • Crear la base para un índice de la publicación que estamos elaborando y definir los nodos para referencias cruzadas.
  • Crear la base para las palabras clave (keywords) que queremos utilizar en nuestro sitio web. Esta lista la podemos utilizar para un estudio sistemático de las palabras clave (frecuencias de búsqueda, palabras clave alternativas, etc.). Semejante estudio es indispensable para mejorar el posicionamiento de nuestro sitio web en los motores de búsqueda (SEO o Search Engine Optimization).

¡Muchas gracias por habernos leído! Esperamos vuestros comentarios y sugerencias para futuros artículos.

Ya se ha publicado la segunda entrega con buenas prácticas para la redacción, así que puedes seguir leyendo:

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